Hola!! Aquí estoy otro día más. El post de hoy va a ser algo mas cortito de los que vengo haciendo últimamente, y es una reflexión sobre si es bueno o no que los niños pregunten todo o casi todo. Personalmente creo que es muy positivo que los niños pregunten todo aquello que no entienden, ya que estimula su inteligencia y su curiosidad.
A los papás o adultos significativos que tengan a su cargo niños preguntones...
Preguntón
Cuando una cosa
quiero yo saber,
a todos les pregunto:
"¿ por qué ?, ¿ por qué?, ¿ por qué?".
¿Por qué cambia la Luna?
¿Por qué hay un solo Sol?
¿Por qué brillan las estrellas?
¿Por qué vuela el avión?
¿Por qué miran mis ojos?
¿Por qué tengo dos manos?
¿Por qué en los piecitos nos ponemos zapatos?
Para que este mundo
pueda yo entender,
por favor, no me respondan:
"no sé, no sé, no sé".
Nilda Zambrano
La curiosidad, la necesidad de saber, la misma naturaleza de los niños que los lleva a ese constante ¿Qué?¿Para qué? ¿Quién? ¿Cómo? y sobre todo el necesario ¿Por qué? que les abre la razón y la cimienta sobre una base sólida.
Y gracias a esas preguntas, el maestro/padres van también aprendiendo. Lo lleva a prepararse cada día más y más si no para él mismo al menos para poder responder con la verdad. Un niño preguntón será un adulto investigador, constructor de saberes, arquitecto de conocimientos. Y eso es lo que tanta falta nos hace.
Si la autoridad no tiene la razón, ¿Debo obedecer entonces a la razón y no a la autoridad? ¿Cómo decir y convencer a esa autoridad que NO tiene razón? ¿Hay distintos tipos de razón? o sea, que según tú tienes la razón, y según yo también tengo la razón... ¡Ah!, pero tú eres autoridad y yo no lo soy.
Definitivamente, es difícil ser maestro. Pero no me parece difícil enseñar a los niños a ser preguntones; al menos de esa manera estaremos sembrando semillas productivas para que en el mañana tengamos a un pueblo obediente a la razón. Podemos cambiar, podemos progresar... hay que empezar desde ahora.
Pero a un niño que crece en un ambiente donde reina el conformismo, la apatía, el culto a la costumbre, con adultos a quienes no le interesa progresar, adultos que jamás se interesan en las razones, las causas, los motivos... ¿Qué le espera?
Y gracias a esas preguntas, el maestro/padres van también aprendiendo. Lo lleva a prepararse cada día más y más si no para él mismo al menos para poder responder con la verdad. Un niño preguntón será un adulto investigador, constructor de saberes, arquitecto de conocimientos. Y eso es lo que tanta falta nos hace.
Si la autoridad no tiene la razón, ¿Debo obedecer entonces a la razón y no a la autoridad? ¿Cómo decir y convencer a esa autoridad que NO tiene razón? ¿Hay distintos tipos de razón? o sea, que según tú tienes la razón, y según yo también tengo la razón... ¡Ah!, pero tú eres autoridad y yo no lo soy.
Definitivamente, es difícil ser maestro. Pero no me parece difícil enseñar a los niños a ser preguntones; al menos de esa manera estaremos sembrando semillas productivas para que en el mañana tengamos a un pueblo obediente a la razón. Podemos cambiar, podemos progresar... hay que empezar desde ahora.
Pero a un niño que crece en un ambiente donde reina el conformismo, la apatía, el culto a la costumbre, con adultos a quienes no le interesa progresar, adultos que jamás se interesan en las razones, las causas, los motivos... ¿Qué le espera?
Entonces...¿Cómo incentivamos la curiosidad?. La curiosidad puede decirse que es el deseo de ver, de conocer, de saber. La curiosidad tiene muchas acepciones, que van desde el fisgoneo hasta la indiscreción, desde la investigación hasta la rareza o la novedad.
Pero también significa aseo, limpieza, esmero, primor, pulcritud y cuidado, cuando se dice que algo curioso es interesante o significativo.
Más la curiosidad no es lo mismo que curiosear, que es el cuando una persona intenta averiguar lo que no le importa.
Como se ve la curiosidad tiene realmente dos aspectos, uno positivo, que conduce al saber, y otro negativo, que conduce a la cotilleo. Si esto es así, ¿se debe promover que el niño sea curioso?
Pero también significa aseo, limpieza, esmero, primor, pulcritud y cuidado, cuando se dice que algo curioso es interesante o significativo.
Más la curiosidad no es lo mismo que curiosear, que es el cuando una persona intenta averiguar lo que no le importa.
Como se ve la curiosidad tiene realmente dos aspectos, uno positivo, que conduce al saber, y otro negativo, que conduce a la cotilleo. Si esto es así, ¿se debe promover que el niño sea curioso?
La curiosidad es indispensable al pensamiento científico, y siempre en la base de toda pregunta que se hace un erudito o un hombre talentoso, hay una gran curiosidad por saber las respuestas del mundo circundante ante las preguntas que se hacen.
El niño casi desde su nacimiento, es naturalmente curioso, y es por eso que se pone en contacto con los objetos y los adultos que le rodean, para saber como son, como se mueven, porqué están ahí. En la base del conocimiento está la curiosidad del hombre por saber.
Es por eso que al niño pequeño, desde la más temprana infancia, hay que enseñarle a ser curioso desde el punto de vista positivo, y tratar de evitar la curiosidad no edificante, enseñarle las normas hasta donde es posible inquirir, y hacerle conocer la reglas que la sociedad impone al libre conocimiento.
Claro está que para el niño lo anteriormente dicho no tiene significado, y él solo quiere saber más y más. Y es tarea del educador encauzar ese deseo de conocer hacia vías que le posibiliten cada vez un mayor desarrollo intelectual.
Es por eso que al niño pequeño, desde la más temprana infancia, hay que enseñarle a ser curioso desde el punto de vista positivo, y tratar de evitar la curiosidad no edificante, enseñarle las normas hasta donde es posible inquirir, y hacerle conocer la reglas que la sociedad impone al libre conocimiento.
Claro está que para el niño lo anteriormente dicho no tiene significado, y él solo quiere saber más y más. Y es tarea del educador encauzar ese deseo de conocer hacia vías que le posibiliten cada vez un mayor desarrollo intelectual.
Así que, no tengamos miedo a incentivar la curiosidad de los más pequeños y perder el miedo a que sean "preguntones".
Espero que os haya gustado y nos vemos el Miércoles!!, un abrazo.
Fuentes: Texto Waece
Imagen Kathy Hare
Pepita Gominola
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