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Quizá nunca te hayas parado a pensarlo pero, ¿conoces todos los beneficios que la música puede aportar a tu hijo? Si la respuesta es negativa, presta atención porque hoy te proponemos llenar tu casa de notas musicales.
En la actualidad, la música se está introduciendo en la educación desde edades muy tempranas. Ignacio Gómez Peña, maestro del Colegio del Álamo especializado en educación musical, explica que “los beneficios que la música aporta a los niños son muy diversos. Con la música trabajas los distintos aspectos del ámbito humano, el ámbito social, comunicativo y expresivo”.
Pero si queremos ayudar a nuestro bebé desde sus primeros días e incluso desde que todavía se encuentra dentro nuestra tripa, la música es una gran opción. A partir de las 20 semanas de gestación, el bebé puede oír y recordar melodías. Y desde el momento en que nacen, podemos comprobar cómo responden a estímulos auditivos. Entonces, ¿por qué no recurrir a la música para enseñarles a hablar, a moverse o a memorizar?
Música para aprender
A la hora de enseñar a tu bebé a hablar, la música puede ser una buena herramienta. No sólo porque estimula la alfabetización, sino también porque aumenta el nivel de concentración.
Ignacio Gómez Peña comenta que “las canciones pueden ayudar a la adquisición del vocabulario a partir de la repetición constante de cantares y rimas musicales”. La mayoría de las canciones infantiles contienen numerosas sílabas rimadas y repetitivas que ayudarán al niño a memorizar y a entender nuevos conceptos. Y además, si a éstas le añadimos gestos, podremos favorecer su aprendizaje mientras pasamos un buen rato en compañía de los que más queremos.
Asimismo, la música también estimula la expresión corporal. Con los gestos y los diferentes ritmos el niño irá incorporando nuevos movimientos, favoreciendo de esta manera su coordinación corporal.
Música para relajarse y relacionarse
La música tiene el curioso don de acercar a las personas, por tanto, el bebé que esté acostumbrado a disfrutar de la música, será más dado a relacionarse con otros niños.
Igualmente, serán bebés más tranquilos. Todos conocemos la famosa frase de ´la música amansa a las fieras´, pues ahora comprendemos su verdadero significado. Si somos capaces de asociar una melodía a los momentos de tranquilidad, cuando el niño esté más irritado podremos utilizar esa canción para calmarlo. Gómez Peña recomienda “canciones infantiles para calmar y entretener a los niños y música clásica como acompañamiento a otras actividades que exigen mayor concentración, como son los dibujos o la lectura”.
Pero como con cualquier otro hábito, deberemos iniciar al niño en el mundo de la música poco a poco. Dejando un rato al día para disfrutar de las notas y los ritmos en compañía de los más pequeños, pronto asociarán la música con un momento de diversión y habremos conseguido nuestro objetivo: mi bebé disfruta con las canciones.
Más allá de las canciones infantiles populares de toda la vida, repetidas hasta la saciedad durante décadas de padres a hijos, la música es un pilar fundamental dentro de la educación infantil, y una manera de expandir las capacidades de los niños a diversos niveles. Su poder para estimular la inteligencia emocional, así como el desarrollo auditivo y cognoscitivo desde una edad temprana, hacen de ella una sonora fuente de información, altamente beneficiosa para los más pequeños.
Por eso, cada vez más y más padres se suman a la tendencia de inculcar a sus hijos la pasión por un instrumento desde la edad preescolar en adelante. Compartir con ellos la magia de las notas musicales al desplegarse sobre una partitura no sólo nos permite estrechar lazos y abrir miras: los efectos de aprender a tocar el violín, el piano o la guitarra repercuten directamente en su capacidad de aprendizaje, fomentando su comprensión de materias muy diferentes como las matématicas, y expandiendo los límites de su imaginación al tiempo que cultivan una faceta más sensible de su personalidad de cara a la vida adulta.
En este sentido, y siguiendo las indicaciones del violinista del programa infantil y juvenil 'Pizzicato' Ara Malikian, lo más importante cuando se pretende inculcar el gusto por la música a una edad temprana es presentarla como un juego, más allá que una simple repetición de ejercicios, escalas y arpegios.
El afamado músico libanés, quien a los 15 años se convertía en el alumno más joven admitido en el centro superior de estudios musicales de Hannover, nos ha hablado en exclusiva sobre los beneficios de la educación musical en los niños, con motivo del lanzamiento del DVD de la película 'El Cascanueces'.
Por eso, cada vez más y más padres se suman a la tendencia de inculcar a sus hijos la pasión por un instrumento desde la edad preescolar en adelante. Compartir con ellos la magia de las notas musicales al desplegarse sobre una partitura no sólo nos permite estrechar lazos y abrir miras: los efectos de aprender a tocar el violín, el piano o la guitarra repercuten directamente en su capacidad de aprendizaje, fomentando su comprensión de materias muy diferentes como las matématicas, y expandiendo los límites de su imaginación al tiempo que cultivan una faceta más sensible de su personalidad de cara a la vida adulta.
En este sentido, y siguiendo las indicaciones del violinista del programa infantil y juvenil 'Pizzicato' Ara Malikian, lo más importante cuando se pretende inculcar el gusto por la música a una edad temprana es presentarla como un juego, más allá que una simple repetición de ejercicios, escalas y arpegios.
El afamado músico libanés, quien a los 15 años se convertía en el alumno más joven admitido en el centro superior de estudios musicales de Hannover, nos ha hablado en exclusiva sobre los beneficios de la educación musical en los niños, con motivo del lanzamiento del DVD de la película 'El Cascanueces'.
Fuentes: guía infantil y hola.com